agosto 24, 2010

HISTORIAS DEL DIARIO 4- "Cervantes, los gitanos y los bollitos trans"

Como diría un paisano en Requejo "Esti mundo ta pa empezalu de nuevo" (hay expresiones que suenan mejor en la jerga cuenco-minera).

Y es que nos la cogemos con papel de fumar pa todo, todo nos molesta, todo lo criticamos, porque hay que ser extravagantes, súper-modernos, del estilo soy "progre" pero en las europeas voté a Caza, Pesca y Tradición". O del tipo, "quiero de todo, y que todo sea público, pero sin pagar impuestos, claro...", como en Estados Unidos, pero con las prestaciones de Suecia y el clima de Copacaba... " y en papel de regalo rojo, por favor".

Esto viene a cuento de que ayer leí en una de estas revistas que regalan "al peso" con los periódicos dominicales una columna de opinión que se preguntaba que hubieran hecho con Cervantes de haber escrito hoy La Gitanilla con todo su contenido ¿que hubiera hecho el cura gitano "amigo" de Sarkozy con el autor de El Quijote.

Así que a mí, que no me tocó leer La Gitanilla en el cole, pero que me llaman la atención todas estas chorradinas de los medios de (in) comunicación social, acudí a internet a fisgar. Y efectivamente, el párrafo que copio y pego lo dice, tal cual, el señor Cervantes (reitero que yo no digo eso, que aún me sigo saludando con el Piquica y el Esteban):

"Parece que los gitanos y gitanas solamente nacieron en el mundo para ser ladrones: nacen de padres ladrones, críanse ladrones, estudian para ladrones y, finalmente, salen con ser ladrones corrientes y molientes a todo ruedo; y la gana del hurtar y el hurtar son en ellos como accidentes inseparables, que no se quitan sino con la muerte...."

En fin, tu mismo, que cada uno piense lo que quiera... yo creo que hoy a Don Miguelito no le libraba nadie del Juzgado... aunque más, me inclino a pensar que el antes insigne, hoy no lo sé, no hubiera sido "tan osado" y ni siquiera se lo hubieran publicado (por ser socialmente incorrecto), aunque muchísimos sigan pensando eso y más de los gitanos... Sarkozy el primero ¿no? por más yuyu que le pueda al ver los maleficios publico-orados de ese cura desea infartos.

Leyendo en la wiki la biografía de Cervantes, de ser hoy, seguro hubiera pasado unos años de su juventud en una misión en Bosnia, en el Libano o en Afganistán... hubiera perdido la mano en alguna misión de guerra y paz (no es la de Tolstoi, es la de los cascos azules), lo hubieran jubilado con el 80 ó el 90%, y no hubiera escrito ni eso de los gitanos, ni sobre al quaeda, y ni mucho menos del "paisano flacu esi que iba con el amigo gordo en mula por los mesones de la Mancha con ese tal alzheimer": Como me dijo un día un amigo, en referencia a ese otro mal diagnosticado de hace poco para acá " de ese hijo puta alemán que le esconde todo a mi güelu".

Vamos, que viendo como está el patio y que a Herge le piden que retire lo de Tintin en el Congo, por improcedente para el pueblo africano, estoy por sumarme y pedir una indemnización al Colegio Santiago Apóstol por haberme dejado jugar a "cuchillo, tijera, ojo de buey en el recreo...".

Aunque alguno igual me la pide a mi por no saber escribir ni en castellan/ni en asturian... y seguir "tan pesado" como entonces ¿o fue culpa también del colegio por dejarme comer los donuts y bollos trans grasientos que ahora van a prohibir?

Viendo lo de Cataluña, del "ojo de buey" ni hablamos.
Que coses¡¡¡


Tema inspirado: Goran Bregovic, y su tango underground en Tiempo de gitanos, de Kusturica

agosto 20, 2010

HISTORIAS DEL DIARIO 3.- "el loro de Tarquinia"

Que los juzgados están saturados lo sabe todo el mundo: asesinatos y crímenes, robos, divorcios, problemas con las drogas, el alcohol, el tráfico de todo tipo, altercados, difamaciones, herencias, violencia de género, vandalismo, terrorismo, la Gürtel con brugal, inmigración, matrimonios de conveniencia… !menudo embudo administrativo ¡. En fin, todo ello espejo de la complejidad humana. Aquí y en la Conchichina española (la actual Da Nag, con su capital Saigon).

Pero en su ajetreada vida profesional en el Palacio de Giustizia de Viterbo, pocas cosas tuvo que tratar Enrico Santon como la denuncia presentada por Fabio y Paolo, dos amigos, uno romano y otro napolitano, de vacaciones por Tarquinia, en el centro de Italia, que querían “enchironar” a un loro (aunque fue imaginado, que paradoja acabar como castigo en una jaula aún mayor) por “vejaciones públicas, ofensas deshonrosas y escarnecimiento sistemático”. La denuncia, que venía de una comisaría de Roma, venía tipificada como stalking, una forma de acoso o persecución constante, tipificada y penada en por los órdenes de justicia italianos. Enrico había visto cientos, miles… de denuncias contra personas por acechos y hostigamientos obsesivos de todo tipo. Pero ésta: ¡contra un loro!.

Los hechos podrían parecer a ojos de un español uno de aquellos chistes de Manolo de Vega o de Arévalo, con el papagayo en agosto, pidiéndole al del Butano en la zona vieja de Barcelona “15 bombonas pal Séptimo”, y sin ascensor…. pero lo cierto es que el señor Santon tuvo que citar a la Corte a Fabio y a Paolo, los dos enojados turistas treintañeros, algo “pasadetes” de moda, para ver como resolvía el asunto. Y por supuesto: la dueña del loro. Quizás todo se resolviese con una disculpa amable de ésta última. Paolo y Fabio le contaron a Enrico lo sucedido: “el loro nos insultaba mañana, tarde y noche”. A Paolo lo llamaba gordo, y bola de grasa; y, objetivamente, se trataba de una persona obesa. Y a Fabio “terrone” una expresión coloquial italiana, a modo de gentilicio despreciativo, similar a “polaco” al referirse a un catalán, o “gabacho” al francés, y que se atribuye a los habitantes del sur de Italia. Considerar terrone, como insulto era mucho ya para Enrico. ¿Quién en Asturias o en España no ha dicho alguna vez eso de “no seas güeriano/o paleto” al referirse a los de pueblo”. Por no decir cuando los argentinos nos llaman “gallegos”, o los mejicanos “gringos” a nuestros “yankees”.

En el juzgado
¿Se han parado a pensar cuanto racismo esconden estos segundos gentilicios: pipotes, ruskis, amarillos, chucrucks, gachupin, tanos, spaguettis… Enrico no sabía muy bien qué hacer para resolver el tema. Los derivó a otra sala y llamó a su despacho a la faltosa ave y a su dueña.

La ave no dijo ni pío y la señora, muy nerviosa, se explicó: “El piso alquilado era mío y no me fiaba de que cumplieran lo hablado y se marcharan (Fabio y Paolo) a la semana”. Así que, tirando de la locuacidad del loro, nada como un poco de guerra psicológica, para solucionar a tiempo y a cajas destempladas un posible mal negocio. Perplejo Santón, le recomendó a la señora pedir disculpas a los dos amigos turistas, hecho que hizo nada más que entraron en la sala. El loro siguió sin decir ni pío. Enrico le impuso una pequeña sanción administrativa. Y le dijo que si la pagaba allí, que todo quedaría reducida a la mitad de sus euros (150) y en una “curiosa anécdota” en su expediente. Así lo hizo Sofía: Santón la acompañó incluso a la planta de abajo, para efectuar el pago… Pero como la venganza es un plato que se sirve frío, Paolo y Fabio aprovecharon el momento para coger el loro, meterlo en una bolsa de plástico… y marcharse corriendo del Juzgado hasta el primer parque cercano.

Allí, lejos de soltarle (que sería ya bastante castigo para el papagayo) empezaron a sacudir la bolsa fuertemente contra un árbol, en una acción que, como poco, podría ser considerado hurto y maltrato animal. Eso lo mínimo, que no veas cómo está el tema como lo de los toros en Cataluña. Lo más curioso (aún y si cabe) fue que, Fabio y Paolo, lejos de consumar su acto, no pudieron más que sonreír al ver cómo el loro, tras abrir la bolsa para comprobar su estado, salto de un vuelo al hombro de Fabio, diciéndoles como solo saben hablar los loros: “Coño gordo, terrone, amigos: ¡vaya terremoto!”. Tras una buena risa, volvieron al encuentro de Sofía y Enrico.

MUSICA INSPIRADA: BSO La Vita e bella, de Nicola Piovani

HISTORIAS DEL DIARIO 2.- "dos trenes y un destino"

Zürich no es Milán, y ni siquiera en verano se le parece. Por eso cuando el Dalí enfocó la mañana del pasado lunes la recta de entrada a la estación de Zürich Hauptbahnhof la cara de los viajeros que habían tomado en Barcelona el tren de Renfe con destino a la ex ciudad de Mourinho era todo un ...poema. Algunos de ellos se iban de vacaciones por Italia, otros a trabajar y, unos pocos, regresaban a sus casas. Pero en la era del wifi, los gps y las comunicaciones instantáneas ninguno sospechó acabar en la ciudad de los seguros.

Algunos se preguntaran que ¿cómo un tren puede desviarse por error más de 300 kilómetros de su destino saltándose una frontera (por cierto, no UE)? ¿la típica pifia española? Error amigos “que ya ganamos nuestros mundiales”: la noche del domingo, un guardarraíles de la todopoderosa Sociedad de Ferrocarriles Francesa (con los japoneses, la élite del chucuchu), se vio alcanzado por la “rutinaria” operación de orientar en Lyon dos trenes internacionales en poco tiempo. “Estas vías para este sitio… estas otras, para el otro…”, se dijo el operario francés. ¿Quién no se ha equivocado con el Ibertren alguna vez”. Y el que iba hacia Zürich, que también venía de España, se lió camino de Milán.

El talento español
Según cuenta la crónica, el maquinista del Convoy Casals de Renfe (¿Por qué los de Asturias no tienen estos nombres?) se percató cien kilómetros más delante de Lyon que no iba por donde quería…”Qué rápido he llegado a los Alpes”?. Pero he aquí el talante/o español: improvisó un recorrido alternativo por esas vías transeuropeas de Dios para llegar a Suiza con sólo 3 horas de retraso. El otro, sin embargo, se dejó llevar a Zurich. Quizás el destino. Los viajeros de ambos trenes fueron indemnizados por la SFF gala y trasladados, los primeros, a Milán.

La suerte, ¡bendita! hizo que nada se cruzase en el camino de estos dos trenes. Al posarse en Zürich, Amelia, una de los viajeras más jóvenes, relajó por un segundo su cabreo al reconocer en la cafetería de la estación a Juan, su antiguo novio. Llevaba años sin verlo, desde que juntos acabaran Enfermería en Oviedo. Tras la sorpresa y el protocolario beso, una conversación larga, quizás pendiente. La Erasmus le invitó a comer en un coqueto restaurante junto al Sihl. Amelia fue la única que no tomó el autobús a Milán. Lo hizo voluntariamente, sin acordarse ya del guardarraíles.

MUSICA INSPIRADA: BSO Amelie, de Yann Tiersen

agosto 17, 2010

HISTORIAS DEL DIARIO 1.- "el mendigo"

¿Quién no ha leído la historia del mendigo de Valencia?, la de ese que acudió a un restaurante sin dinero, ni "credit card", y se pidió un salpicón, un solomillo y tres cervezas. Dice el diario que se murió sobre la misma mesa, mientras paladeaba su última comida.

La vida da que pensar. Ni Jack London fue tan directo en "Por un bistec".

¿Casualidad?: Quizás no fue la primera vez que se había escaqueado sin pagar...e iba a repetirlo, pero esta vez, no hubo otra vez, y se murió.

O quizás sabía que esa iba a ser la última posibilidad de recordar antiguos sabores, grabados a fuego en su paladar: el menú de su boda. Fue hace 30 años... cuando ella aún vivía...y soñaba una vida guay. ¿Fue así quizás? Con el langostino acunado en su boca, cerró los ojos y la vio blanca y radiante... y solo entonces dejó, para siempre, de ser un mendigo.

Horas más tarde el forense certificó su nombre, mientras un camarero se justificaba con su jefe: "En verano vienen todos tan desaliñados de la playa que..¡¡¡". Y al periodista le pareció una buena historia. Ocurrió en Valencia.

MUSICA INSPIRADA: Desayuno con Diamantes, de Henry Mancini