noviembre 18, 2009

El placer de degustar "Vinagre y rosas" camino del trabajo


Vuelve Sabina con Vinagre y rosas. Sin duda, una gran noticia para los que superamos (y recordamos) la adolescencia con sus canciones y aún caminamos hacia la madurez con sus letras, su visión de la actualidad, el amor y la vida, de las otras vidas, aquellas que nos hablaban "de golfos y ladrones / que le daban al canuto cantidad". Sus discos son para mí como un libro de poesía. Y así me lo planteé está mañana cuando en la RENFE, en ese tren que siempre "viaja hacia el Norte" le dí al play al mp3 el tema 1 de este nuevo cd del genio de Ubeda, para oir recitar su "perezoso" "tiramisú de limón".

Sus versos y estrofas siguen siendo poesía urbana madrileña y española, de finales del XX y principios del XXI, de "cuando se apolilla el libro rojo de Mao: CRISIS EN EL EGO/TODOS AL TALEGO/CRISIS EN EL ADOQUÍN". Y todos a coro: !crisis¡ Es en esta canción dónde más uno se da cuenta de que el disco suena como ha repetido, pero en el mejor sentido de la palabra. Repetido porque recuerda al mejor Sabina, al cantautor más quinqui y desvergonzado de aquellos años en los que muchos españolitos cantaban a plena voz en los samáforos aquello de "mucha, mucha policía", o se emocionaban con el "joven aprendiz de pintor" o el "así estoy yo / sin tí: como un pato en el Manzanares /como el domingo del jubilado". Y ahora no enteramos que "sin tí todo es usura y noches perdidas, facturas,calenturas,heridas sin sutura, caídas, conjeturas, sacudidas, cerraduras: despedidas de locura y callejón". Y ciertamente aquel Sabina, muy de barrio y del obrero, eternamente rojo y de "al pan pan y al vino vino", aquel Sabina triunfador, ha vuelto.

Y lo encontré (lo encontramos) en temas como el que da nombre al disco, el de Vinagre y rosas, con estrofas como esta:

"Cuando aprendí a tragar fuego el circo ya se había ido de Albacete a Nueva York. El elefante está ciego el domador malherido ¿quién ha mentido, mi amor?" Que acompaña a estribillos magistrales: "Cuando el flautista de hamelin sacó un ratón de su bombín, Polichinela se fugó con Arlequín. Hay mariposas de arrabal que nunca aprenden a volar, vinagre y rosas, a la hora de cenar."

Un disco, este último de Sabina, recién parido, para dejar atrás "marichalares", desplantes gijoneses y voces cazalleras. Incluso ese tono más triste y melancólico que le acompañó en las últimas grabaciones y conciertos, que sonaban a despedida. Sabina no se muere !no¡ y así los que mi quinta (y los de la anterior y posterior), seguimos poniendo a nuestra vida baladas nuevas del gran Dylan español. ¡Y pobre del que se atreva a callar al poeta! Canciones nuevas, viejas melodías. Del nuevo repertorio, y a bote pronto, me quedo con un tema "Cristales de Bohemia", que dedica a Praga. A quién ya ha estado en Praga, no hace falta explicarle nada. Al que aún no fue, le recomiendo dos billetes, que se vaya a la capital checa y cuando cruce el puente de Carlos la escuche en su mp3:

Ay! Praga, Praga… Praga donde el amor naufraga en un acordeón. Ay! Praga, darling, Praga los condenados pagan cara su salvación. En el Puente de Carlos aprendí a rimar cicatriz con epidemia, perdiendo los modales: si hay que pisar cristales, que sean de bohemia, corazón.

1 comentario:

  1. El concierto de Salamanca, primero de la gira, fue un éxito. Para el de Madrid, las entradas ya están agotadas.

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